El Reto Del Universitario Frente a la Democracia en Nuestro País

uni_celayaReseña:

El presente artículo  busca concientizar a los lectores de la importancia que la educación cívica tiene para la comprensión de la democracia, concibiendo tanto la que se enseña en las escuelas como la que se vive al interior de nuestras familias y por tanto en la sociedad; a la vez que se liga esto con el reto que tienen los universitarios, la nueva generación de ciudadanos, frente al fortalecimiento de la democracia en nuestro país dadas las circunstancias que vivimos actualmente de poca confiabilidad en nuestro sistema democrático. Porque se debe adquirir la conciencia para poder fundamentar el voto, mediante la observación política no solo en tiempo de elecciones, sino permanentemente.

 

M.D.F. Delia Loiza Patiño

Maestra  en Derecho Fiscal

Coordinadora de la Licenciatura en Derecho

Universidad de Celaya

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El universitario en México tiene un gran papel y un gran reto en la realización de la democracia, entendida como el “poder del pueblo” por el origen de sus palabras: demos-pueblo y kratos-poder o gobierno. ¿Por qué?. Porque serán adultos el día de mañana y educarán a su vez a otra generación de ciudadanos, además, porque son quienes suponemos poseen la educación de más alto nivel.

Y para referirnos al desarrollo de la democracia, debemos hacerlo dándole un espacio a la educación cívica, que forma parte vital desde nuestra educación escolar primaria, la cual engloba un proceso por medio del cual se busca fomentar el conocimiento y la comprensión de las normas que regulan la vida social y que permiten al individuo integrarse en una sociedad y así poder participar en su mejoramiento, pero no sólo nos es enseñada en la educación primaria, sino primordialmente en nuestras familias.

Decimos que se enseña también en nuestras familias ya que es donde se forma la principal educación, porque de qué serviría que nos enseñen conceptos en la escuela si llegamos a nuestros hogares y observamos ejemplos que nos muestran completamente lo contrario, entonces sería difícil unificar el concepto con la práctica y podríamos llegar a pensar que son cosas diferentes, por un lado los conceptos que debemos aprendernos para la escuela y por otro lado el comportamiento con el que debemos conducirnos, cuando ambas deben complementarse, es decir, lo que nos enseñan en las aulas tiene el objetivo de aplicarse en nuestra vida diaria, para poder comprender y ejercer esta educación cívica que como ciudadanos nos compete acatar.

Y en esta parte de ser ciudadanos vuelve a salir a flote la democracia como un concepto que parte de la educación cívica, es decir la educación que como ciudadanos estamos obligados a conocer y a practicar, y sí, hablamos de esta educación cívica que consiste en conocer nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos, conocer y honrar nuestros símbolos patrios, conocer las partes esenciales de nuestra Constitución, como son los derechos fundamentales que nos están reconocidos en ella, esta educación que a su vez tiene dentro de sus objetivos formar al individuo para la democracia.

Y no podemos concebir como separados o apartados los conceptos de educación cívica y democracia debido a que la primera es vital para el correcto ejercicio de la segunda. Por ello es que los jóvenes y en especial los universitarios tienen una gran tarea en torno a este tema, entender y aplicar correctamente la educación cívica en todos sus aspectos, porque ellos son los que el día de mañana serán padres de familia y serán quienes tengan la responsabilidad de enseñar y formar a su vez a la nueva generación de ciudadanos.

México está viviendo un proceso de transformación en relación a estos temas, por lo  cual se trata de fortalecer los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho y la diversidad política; así también se busca impulsar organizaciones y mecanismos que permitan la participación de los ciudadanos.

Vivimos tiempos de transición y de cambios, y es que eso es la democracia, el resultado de la historia de una nación, que debe adecuarse al momento y las circunstancias por las que se atraviesa en un lugar y época determinada. Porque las naciones no pueden ser entes estáticos en el tiempo, su construcción y evolución es un proceso abierto y constante. La continuidad y el fortalecimiento de este proceso requiere desarrollar actividades y valores en los universitarios, que son la clase privilegiada en cuanto al acceso a la información en nuestro país, ya que son quienes tienen a su alcance los recursos y herramientas para poder informarse y ejercer la democracia entre otros derechos.

Lo que se les enseñe a los jóvenes universitarios hoy se verá reflejado en el México del mañana, es por eso que debe concientizárseles de que este sistema de gobierno está enfocado a satisfacer metas y necesidades comunes que involucra toda una organización humana, que debemos dejarnos ya de individualismos radicales y estrictos y hay que construir una verdadera democracia, porque “La democracia no está muerta, pero puede llegar a estar enferma” Imer B. Flores (1998.

Otra cosa que se tiene en contra es que México en su sistema democrático atraviesa una crisis de confiabilidad y efectividad, se ven afectados los principios que persigue, que son los de justicia, libertad e igualdad; los ciudadanos se hartan y buscan castigar a la clase política; en lugar de pensar concientemente se dejan llevar por el coraje y cómo no ha de ser así, con tantos políticos corruptos y necios, rumores de fraudes electorales, partidos quebrantados; y es que en la democracia el pueblo tiene el poder de gobernarse a sí mismo pero se traduce en el poder de elegir, a fin de cuentas hay que votar por personas que nos representen, y es lo que hace que el poder no siempre caiga en las mejores manos y que el gobierno no siempre sea el que esperamos.

Es por eso que todos, insistimos, con mayor razón los universitarios están obligados a participar en la democracia, es decir, en las decisiones de un país.  Porque la democracia se construye todos los días no sólo en tiempos de elecciones, por eso no es tema exclusivo de esos tiempos, sino por el contrario, debemos estar concientes y alertas, bien informados todo el tiempo para poder elegir con fundamentos, con conciencia crítica y con memoria histórica cuando el tiempo de elecciones llegue. La existencia de ciudadanos que son capaces de actuar cuando ven que sus derechos no son respetados, que tienen una actitud crítica y participativa hacia la vida política son la mejor garantía para la democracia, pero la ciudadanía no debe ser concebida únicamente como los derechos que tenemos adquiridos y reconocidos, sino hay que ser ciudadanos de acción, sujetos que conocen, toman conciencia y participan.

El hecho de formarnos como ciudadanos no es un proceso ya diseñado, ya que éste tiene que actualizarse de acuerdo al lugar y tiempo en que vivimos, es por eso que los modelos educativos cívicos deben ir ajustándose al contexto democrático actual, contexto que es resultado de todos los cambios que se han venido dando. El modelo escolar actual ha tenido como uno de los objetivos propiciar en el alumnado las condiciones para la igualdad social y unidad cultural, a través de un sistema obligatorio y gratuito con lenguaje común; pero que ha descuidado la confianza en la participación política y en la difusión de la democracia en todos sus aspectos.

Ser un ciudadano democrático significa reconocer que se es un sujeto libre e igual a los demás, que sabe convivir social y políticamente, que se es un actor protagonista en la vida pública, y para lograr lo anterior es necesario estar inmerso en las dos vertientes de las comunicaciones, la de la información y la de la opinión pública. Para ser protagonista se requiere estar informado y escuchar la opinión de los expertos, para estar en posibilidades de discutir y deliberar con otros ciudadanos sobre asuntos públicos, para a su vez llegar a colectivizar actuaciones y despertar en otros ciudadanos el interés por estar al tanto y participar también en la vida pública.

Lo anterior es lo que los universitarios están obligados a hacer, ya que tienen más fácil acceso a los medios y un compromiso mayor de integrarse a la democracia con los conocimientos que adquieren, no importando la carrera que estudien. Todos son ciudadanos y por tanto participantes en la democracia de México; en ellos queda el peso de mejorar este proceso de cambio y mejora en nuestra democracia.

Para finalizar hay que saber que para lograr una mejor actividad democrática debemos pensar en la democracia, no sólo cómo concebir una soberanía que reside en el pueblo y que se ejerce a través del voto, ni es sólo la forma de elegir a nuestros gobernantes por mayoría, sino que debemos concebir la democracia ante todo, como un sentir, un modo de vivir que construimos todos los días, ese es el verdadero reto para toda la nueva generación de ciudadanos y ciudadanas.

 

BIBLIOGRAFÍA

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

AGUILAR RIVERA, José Antonio; Cárdenas García Nicolás; Escobedo Delgado Juan Francisco; B. Flores Imer y Guerrero Gutiérrez Eduardo (1998). Los valores de la democracia. México, D.F., Instituto Federal Electoral.

ARRIOLA, Carlos (1995). ¿Qué es la democracia? México, D.F. Miguél Ángel Pórrua Librero-Editor.

BOVERO, Michelangelo (1995). Los desafíos actuales de la democracia. José Fernández Santillán. México, D.F. Instituto Federal Electoral. (Colección Temas de la democracia, Serie Conferencias Magistrales 3).

PARAMIO, Ludolfo (1999).  Democracia y desigualdad en América Latina. México, D.F. Instituto Federal Electoral. (Colección Temas de la democracia, Serie Conferencias Magistrales 6).

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