Civismo y Educación

                                                       México requiere de políticas educativas propiciadoras de verdaderos cambios sociales; sin embargo, hoy, gran parte de la formación de los estudiantes está dirigida a la creación de cuadros para los procesos productivos antes que de ciudadanos de bien.

Estos tiempos, de predominio del yo en vez del nosotros, cuando se prefiere la envoltura a la esencia, el sistema educativo dejó de lado en muchos casos la formación cívica, lo que nos llevaría de seguir así, a la insensibilidad social.

La promoción de valores como la justicia, el bien colectivo, la libertad, el orden, la igualdad, el patriotismo y la solidaridad pasó a segundo término en la enseñanza o bien desapareció de las aulas junto con las materias humanísticas sobre todo en niveles educativos básicos y medios.

Disciplinas normativas basadas en la civilidad, la ética, los convencionalismos sociales, la convivencia pacífica y lo que debe ser, parece que dicen poco frente a una realidad incongruente que cierta o virtualmente presenta grandes defectos por la prevalencia de los intereses individuales y la tendencia del sistema educativo de brindar sólo adiestramiento y no una formación sólida.

Por ello, todos los implicados en la educación debemos impulsar y predicar con el ejemplo la civilidad, no estaría de más.

Lic. Juan José Torres Batta

Profesor universitario

Instituto Latinoamericano de Ciencias y Humanidades

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